jueves, 16 de mayo de 2013

LA PLANIFICACIÓN POR ESCENARIOS 4/5


Preparar un escenario es hacer escenografía, es decir, disponer el conjunto de elementos pictóricos, plásticos, técnicos y teóricos que permiten el montaje de una acción. Si elaboramos un escenario sobre el pasado podremos definirlo como el que corresponde al conjunto de elementos que reproducen el ambiente en el que se desenvolvió una acción. Si lo que nos proponemos crear son escenarios de futuro, por tanto irreales, ya no se trata de reproducir, sino de crear otro ambiente, especulando con todo el conjunto de circunstancias que se consideran relevantes en torno a ese posible suceso de futuro. Es como si tratara a lo desconocido (saber que no se sabe), como si fuera virtual (por tanto irreal).
En este sentido la definición de escenario más adecuada sería la de crear futuros posibles. La principal actividad aquí sería la de especular, o sea reflexionar sobre cuestión o cuestiones que presentan diferentes posibilidades. Como herramienta de planificación, el método de escenarios proporciona un procedimiento sistemático para pensar imaginativamente a cerca del futuro y gestionar la incertidumbre, mediante la construcción de relatos relativos a fuerzas que pueden conducir o influir en las consecuencias del futuro.
Sin embargo, el propósito de la planificación escenario no es señalar con precisión futuros eventos, aunque si el de reconocer o subrayar las macrofuerzas que impulsan al futuro en diferentes direcciones. Precisamente haciendo estas fuerzas visibles es como el planificador, si estas aparecen, podrá, finalmente, reconocerlas. En definitiva, se trata de mejorar las condiciones para la toma de decisiones en el presente.
Por qué la planificación escenario
La técnica de escenarios significa un vehículo para construir pensamientos a largo plazo. El propósito de los escenarios nos es el de pronosticar el futuro. Esto no puede hacerlo significativamente nadie, excepto a corto plazo. El objetivo inmediato de la planificación escenario es el de producir narraciones basadas en las tendencias reales del mundo y en la razón, que sirven como base para la planificación contingencial. La planificación escenario también propicia una nueva forma de pensar que sustituye a un punto de vista simple y estático del futuro, por visiones múltiples y dinámicas.
Adecuadamente ejecutada, la planificación escenario permite a los planificadores:
· Reducir la dependencia de las ilusiones y de las proyecciones Delphi por expertos;
· Evita el peligro de visión por un canuto;
· Es un buen método para las situaciones de impredicibilidad
Mediante el uso de la planificación escenario, los planificadores pueden:
· Tener en cuenta muchos puntos de vista;
· Preparar estrategias de respuesta para un amplio abanico de contingencias;
· Identificar indicadores que ayuden a la elección de las estrategias a ejecutar.
· Se puede entender con facilidad sin necesidad de recurrir a un vocabulario muy especializado o de métodos estadísticos;
· Utiliza una estructura narrativa muy persuasiva;
· Estimula la creación de un pensamiento futuro amplio en lugar de una visión simple.
La planificación escenario empieza por identificar cual es el centro de atención o la decisión. El número de historias que podemos contar sobre el futuro pueden ser infinitas, aunque nuestro propósito es el de hablar de aquello que importa, de aquello que conduzca a la mejor decisión. Por tanto, el proceso comienza aceptando el asunto sobre el que queremos concentrarnos o dirigirnos. Algunas veces la cuestión a tratar requiere un planteamiento amplio, por ejemplo, cuál es el futuro de Europa. Otras veces puede ser muy específico, por ejemplo ¿deberíamos implantar el nuevo sistema operativo? De cualquier modo lo relevante es estar de acuerdo en el argumento que usemos como test de relevancia a través del proceso de construcción de escenarios.
En la medida que el método de escenarios es el camino para entender la dinámica de configuración del futuro, nuestro esfuerzo inmediato será el de identificar las fuerzas conductoras que intervienen en el presente. Por supuesto, estas fuerzas a identificar serían sólo un esbozo de todas las posibles. La realidad de los acontecimientos del mundo acarrearían muchas más que las que podamos pergueñar. El propósito de disponer de la lista de fuerzas conductoras es el de observar los antecedentes de las crisis que estamos padeciendo en estos años y ocupan nuestras mentes, e identificar las fuerzas que a largo plazo actúan realmente fuera del alcance de nuestra atención. Son precisamente estas fuerzas, que usualmente escapan a nuestra conciencia, las que nos interesan.
Una vez que estas fuerzas han sido enumeradas, podremos ver que, desde nuestro punto de vista, algunas de ellas podrían ser consideradas como predeterminadas (futuros no libres), no en un sentido filosófico, pero sí el que están completamente fuera de nuestro control. Por ejemplo, el número de estudiantes de BUP vendrá determinado, dentro de 10 años, por el número de estudiantes de EGB en el presente. Pero no todas las fuerzas son tan evidentes o fáciles de catalogar. Cuando elaboremos nuestros relatos aparecerán elementos predeterminados en cada uno de los escenarios.

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