12. Dirección y mando: la cultura de empresa.
Para llevar a cabo de una manera efectiva una nueva estrategia, la alta dirección tiene que delegar la autoridad y responsabilidad apropiada a los ejecutivos. Este personal debe estar debidamente motivado para actuar de acuerdo con el plan, procurar que las acciones estén debidamente coordinadas, y perseguir la búsqueda de soluciones creativas a los problemas de cada día, sin que se queden empantanados en conflictos. Es decir, aunque el personal adecuado haya sido situado en el lugar adecuado, la empresa necesita, además, un sistema capaz de dirigirlos hacia la ejecución adecuada de los negocios, mediante un sistema de normas y valores que sean ampliamente aceptados para los equipos y los compromisos. Este medio es conocido como cultura de empresa. Se ha escrito y se ha investigado mucho sobre la forma de poner a punto la cultura para la estrategia. Con frecuencia ocurre que la cultura de la empresa no está puesta a punto con la que necesitaría una determinada formulación estratégica. Fruto de estas investigaciones y experiencias serían las siguientes recomendaciones para la deseada puesta a punto de la cultura estratégica:
1) Identificar los desajustes entre la cultura y el contenido de la estrategia.
2) Identificar los desajustes entre la cultura y el proceso de tomas de decisiones estratégico.
3) Crear y activar cierto clima de elementos culturales claves mediante sesiones informativas con el personal.
4) Cambiar los elementos de la cultura actuando sobre la estructura administrativa, el personal clave, los programas de entrenamiento, etc..
5) Recurrir a institucionalizar una determinada cultura a través de un constante apoyo o influencia sobre los directivos clave, con el apoyo de un adecuado sistema de estímulos y premios.
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