El pasado y el futuro tienen distintos papeles ©(I.1.11)
Los nuevos descubrimientos de la ciencia favorecen el perfeccionamiento de los modelos de estrategia empresarial. En el presente artículo se profundiza sobre el significado del factor tiempo sobre la base de las aportaciones de Ilya Prigogine en su libro Las leyes del caos (*). Ideas especialmente útiles para orientar y desarrollar el diálogo estratégico con el futuro.Desde un mundo reversible que no diferencia pasado y futuro
Desde Platón la aspiración de la física clásica era descubrir lo inmutable, lo permanente, más allá de las apariencias del cambio. La noción de suceso estaba excluida de esta descripción. Siempre ha sido una aspiración humana el descubrir una ley única de la que se podrían derivar todas las demás y esto se refleja en los trabajos de Einstein o en el libro de Hawking, Historia del Tiempo.Por tanto, una de las características esenciales de la noción de las leyes de la naturaleza ha sido la eliminación del tiempo, lo que tuvo una importante influencia en otros muchos campos del conocimiento humano e incluso en la teología. Poincaré en suCiencia y Método hizo hincapié en el hecho de que para establecer leyes generales el físico debe elegir fenómenos repetibles. Hoy no estaríamos de acuerdo con este punto de vista, pues lo que hoy nos interesa no es necesariamente lo que podemos prever con certeza.La noción de la ley de la naturaleza, tal como la formuló Hawking, se refiere a un universo fundamentalmente reversible en el que no hay diferencia entre pasado y futuro. En las ciencias naturales el ideal tradicional era alcanzar la certidumbre asociada a una descripción determinista. En cambio en las ciencias humanas, entre las cuales está la economía, sociología y por tanto también la dirección de empresas, están dominadas por la noción de la incertidumbre. Lo que distingue a ambas culturas es la manera de describir el paso del tiempo. El punto de vista clásico era que los sistemas estables eran la regla y los inestables las excepciones. Ahora le damos la vuelta a esta perspectiva.La novedad de la noción de inestabilidad: el caosDurante las últimas décadas se ha abierto camino un concepto nuevo: la noción de inestabilidad dinámica asociada a la del caos. Estamos viviendo un momento privilegiado de transición, de bifurcación a la que no se aplica el concepto de la ley clásica de la naturaleza. Ahora resulta más difícil aceptar que la noción de suceso es una ilusión.La consideración del caos lleva a una nueva coherencia, a una ciencia que no sólo habla de leyes, sino también a sucesos, que no está condenada a negar la emergencia de los nuevo, y por consiguiente de su propia actividad creadora. El caos es siempre consecuencia de inestabilidades. Sin embargo, curiosamente, la mayoría de los sistemas de interés físico son sistemas inestables.Pero la noción de caos obliga a reconsiderar la noción de leyes de la naturaleza, asociadas a una descripción determinista y reversible en el tiempo, de tal modo que futuro y pasado desempeñaban en élla, en la ciencia clásica, un mismo papel. Además, la aparición de lo caótico en la ciencia, ha producido el hecho de que se viva en una sociedad con dos culturas. Por tanto, la dicotomía entre estas dos culturas está en el tiempo, que constituye nuestra dimensión existencial fundamental, es la base de la creatividad, de los artistas de los filósofos y de los científicos.La flecha del tiempo deja de ser fruto de los errores y la ignoranciaDesde Galileo hasta Hawking la física ha venido repitiendo la más paradójica de las negaciones: la de la flecha del tiempo. Sin embargo, hoy podemos apreciar como en todos los fenómenos que percibimos a nuestro alrededor, el futuro y el pasado tienen distintos papeles. Encontramos la discutida flecha del tiempo. En los enfoques clásicos, cuando aparecía la irreversibilidad se decía que se debía a las aproximaciones o a la ignorancia. Es decir, que era el ser humano quien introducía la irreversibilidad en una naturaleza que era considerada reversible en el tiempo y determinista. Hoy se percibe, con cierta sorpresa, como la ciencia clásica empobreció la noción del tiempo porque no se hizo ninguna distinción entre pasado y futuro.El importante papel de las ciencias de la evolución: la termodinámica y la biologíaLa aparición de los paradigmas evolutivos, donde el concepto de irreversibilidad es esencial, especialmente tanto en termodinámica como en biología, hizo que la paradoja del tiempo volviera a entrar en el ámbito de la ciencia, frente a la ciencia newtoniana en la que no había flecha del tiempo.La biología darwiniana y la termodinámica son las ciencias de la evolución. Pero mientras el darvinismo hacía hincapié en la aparición de novedades, la termodinámica, la ciencia de la edad industrial, solo hablaba de nivelación y muerte térmica. Se puede decir que en las estructuras de equilibrio la materia es ciega y en las de no equilibrio hace que la materia vea. Estas estructuras de no equilibrio revelen el papel creador fundamental de los fenómenos irreversibles y por tanto de la flecha del tiempo.El escritor y divulgador científico Asimov escribió sobre esta cuestión planteándose si seríamos capaces de vencer algún día el segundo principio de la termodinámica. Este libro se editó en España en 1989 con el título Sueños de Robot.
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