jueves, 16 de mayo de 2013

LA CULTURA ESTRATÉGICA 2/4


El nuevo enfoque de la dirección empresarial que se aprecia por doquier se apoya en las tres siguientes características fundamentales:
· Innovación. Fomento y práctica de la innovación técnica.
· Creatividad. Desarrollo de la capacidad empresarial de la creatividad de gestión.
· Flexibilidad: Diseño de estructuras productivas y organizativas flexibles capaces de adaptarse con rapidez a los cambios del entorno.
Forma de trabajar los directivos: toma de decisiones
La principal tarea del empresario es la toma de decisiones, para lo cual, la mayoría suelen tener en cuenta información no documentada, difícil de transmitir, usando métodos intuitivos difíciles de entender. Ni ellos mismos, ni la literatura existente sobre la toma de decisiones saben explicar como funciona el proceso intuitivo. La estampa suele repetirse frecuentemente: emplean poco tiempo en trabajo de gabinete, se pasan horas hablando por teléfono o en reuniones. Lejos de concentrarse en un problema especifico, trabajan a un ritmo implacable, bajo una avalancha de interrupciones.
Pero además de tomar decisiones, se ven obligados a desarrollar, cada vez más, roles de relación y de comunicación: controlador, portavoz, emprendedor, entrenador, asignador de recursos, negociador, etc. A la vista de todo esto, parece incomprensible que el modelo racional pueda abarcar toda esta variedad de papeles y por tanto, que exista una teoría general válida. Es decir, los empresarios, los directivos, no toman solo decisiones racionales, sino que utilizan también la intuición En resumen, las características del trabajo de los empresarios son:
· Brevedad.
· Variedad.
· Fragmentación.
· Superficialidad.
En el mundo de la empresa podemos distinguir dos clases de problemas: los problemas administrativos y los problemas estratégicos. El rasgo más sobresaliente que distingue a ambos tipos de problemas, es que los primeros tienen la capacidad de auto generar decisiones, mientras que los segundos no tienen esta capacidad, salvo que se disponga de un sistema organizativo capaz de detectarlos.
Como podemos ver, las decisiones estratégicas tienen una repercusión importante en el futuro de la empresa, por su duración y su irreversibilidad, por lo que resulta que la incertidumbre es un elemento clave en la toma de decisiones estratégicas. Y si las empresas operan en un entorno político, social y económico, y cualquiera de estos elementos pueden afectar a la ejecutoria de la organización de la empresa, la clave está en asumir una situación del entorno futuro en el momento de tomar la decisión.
Los modelos estratégicos como enfoque de la realidad percibida
En los modelos de control de gestión tradicionales distinguimos tres elementos: el objetivo, la medida y la acción correctora. Un ejemplo de este modelo evolucionado es el que representa un sistema de regulación de temperatura de una habitación con un termostato, que se dispara dentro de un margen fijo preestablecido. Este modelo es conocido como reactivo adaptativo, puesto que reaccionan después que la variable controlada se desvía de los valores testigo. Este tipo de modelos de gestión empresarial ha sido válido en un entorno estable, pero se han demostrado ineficientes cuando se desenvuelven en un entorno inestable o turbulento.
Todavía, en muchos seminarios y cursos sobre Planificación Estratégica o más modernamente Dirección Estratégica, se enseña que la toma de decisiones es un proceso lógico y estructurado: empiezan por establecer los objetivos o misiones del negocio, después llevan a cabo una cuidadosa evaluación de las fuerzas y debilidades del negocio, pasando luego a analizar las amenazas y oportunidades del entorno. Los ejecutivos evalúan objetivamente las diferentes alternativas del curso de acción a seguir. Esto es lo que podríamos identificar como un modelo voluntarista. Básicamente se maneja lo que se desea, olvidándose frecuentemente de lo que es factible y de las fuerzas competitivas subyacentes.
Cuando el entorno es inestable en la forma que hoy lo es, la organización necesita de estrategias creativas para encarar el futuro. Por tanto, la planificación racional debería emplearse solo en circunstancias muy concretas: cuando la organización está en un entorno estable y no tiene necesidad de usar estrategias creativas.
Es decir, la planificación se ha convertido en un sistema multidireccional abierto sobre el entorno globalmente: económico, sociocultural, político-legal y tecnológico. Es decir, vamos hacia la empresa biológica en el sentido comentado al comienzo de este artículo. Ahora se pone mucho énfasis en la innovación técnica, acompañada por una gran capacidad de desarrollo de la creatividad de gestión. El método ha sido el diseño de estructuras flexibles capaces de adaptarse con rapidez a los cambios del entorno. Para lo cual la pieza fundamental es la de disponer de un adecuado Sistema de Información.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente dicho, los modelos actuales de dirección estratégica suelen seguir un proceso de toma de decisiones en el que no observan exclusivamente la medida de la ejecución actual, sino que tienen que asumir las posibles acciones futuras a tomar y anticiparse en la acción. Es decir, estamos hablando en este caso, de modelos pro-activos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario